“Quien discrimina, no está en nada”

Costa Rica insiste en temas como los derechos a la protección integral de los niños y niñas migrantes que habitan en el país; quienes ahora cuentan con respuestas institucionales articulas para buscar mejores condiciones.

Para tales efectos, la Dirección General de Migración y Extranjería DGME -dependencia el Ministerio de Seguridad Pública y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) publicaron tres protocolos: a) para niños que viajan solos o acompañados; b) de regularización de la condición migratoria; c) y el de niños, niñas y adolescentes cuyos padres tienen procesos de deportación.

Cada uno de ellos define los pasos y requisitos para proteger el interés superior de las personas menores de edad. Además, los documentos señalan las autoridades competentes para responder a cada situación.

«La elaboración de estos protocolos establecen los lineamientos para la adecuada atención de las personas menores de edad migrantes no acompañadas y en situaciones de vulnerabilidad. Este es un gran paso en nuestra labor de protección y atención de los niños, niñas y adolescentes migrantes», comenta Kathya Rodríguez Araica, directora de la DGME.

Igual sentir expresa Marielos Hernández Corella, presidenta ejecutiva del PANI.

«La aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño parte de una articulación y coordinación entre los sectores públicos, privados y los organismos internacionales. Estos protocolos favorecen una mayor eficiencia y eficacia de los recursos humanos y materiales existentes» explica Marielos Hernández Corella, Presidenta Ejecutiva PANI.Según datos de DGME, en 2011 se aprobaron 1.736 solicitudes de permanencia para niños y niñas, mayoritariamente de Nicaragua (523), Estados Unidos (215), Colombia (144), Venezuela (143), Alemania (60), entre otros países; lo cual representan el 10,5% del total en relación con las de personas adultas.El 13 de junio se lanzó la campaña «Quien discrimina, no está en nada», con una serie de mensajes audiovisuales y gráficos que enseña a los niños y adolescentes las posibilidades de jugar, compartir y aprender de la convivencia con las personas de otras nacionalidades.

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