La Piedra de Aserrí y la Bruja Zárate: Dos leyendas que generan identidad

La leyenda de la Bruja Zárate y la Piedra de Aserrí siempre viajan de la mano. Se dice que cuando Aserrí apenas daba sus primeros pasos, un español de buen ver, Juan Pérez Colma, domina la bella región ubicada a 11 kilómetros de San José. Empero el desprecio del europeo por la hechicera, hizo que esta última jurara vengarse. Y lo hizo.

Poco tiempo después, el conjuro convirtió la aldea en una enorme piedra, los habitantes en animales de la montaña y al orgulloso Pérez Colma en un pavo real. La Zárate era una mujer blanca, gorda, pequeña, de ojos grandes y negros, mirada maliciosa, usaba peinado con dos trenzas, dueña de sí misma, solía curar a sus enfermos y cuando le consultaban casos tristes, les obsequiaba frutas que al llegar a sus casas estas se convertían en piedras preciosas y monedas de oro.

Para encontrar el favor de la Zárate es necesario realizar la siguiente ceremonia:  dar tres toques a la Piedra y decir “busco en vano mi ideal… años caminando y siempre en pie, linda Zárate escucha y ábreme por el amor al pavo real”.

Y listo, petición concedida. Así fue como Diógenes Olmedo, un lugareño, consiguió que Zárate le devolviera a su esposa Lupita e hijas cuando por meses estuvieron desaparecidas entre la montaña.

En cuanto al pavo real (Juan Colma Pérez) , Zárate le prometió que tan pronto consienta en ser su esposo, le devuelve su forma primitiva, pero el honorable español conservará su abolengo, es preciso resignarse a ser pavo real prisionero, antes que esposo de la hechicera en libertad.

La realidad
La Piedra de Aserrí es un formación rocosa de más de 100 metros de altura y para llegar a ella se tiene que subir por el barrió de 5 Esquinas hasta el barrio de las Mercedes y caminar entre 30 y 45 minutos montaña arriba por un sendero en medio de cafetales y campos destinados a la agricultura.

Desde allí se tiene una estupenda vista de todo el valle central de San José; incluyendo los volcanes Irazú en Cartago y el Poás y el Barva, en Alajuela y Heredia, respectivamente. En sus laderas yace una cueva donde supuestamente vivió la Bruja Zárate y que conecta a Aserrí con Escazú e incluso en su parte frontal se aprecia una especie de puerta que según dice la leyenda la bruja abre al ser medianoche.

Actualmente, la Piedra es un escenario para la práctica de deportes extremos, como la escalada y el descenso de rocas. Además, es un lugar de reunión de amigos y de paseos familiares.
La Piedra de Aserrí fue declarado de interés cultural en 1992, por lo cual es punto de referencia de la cultura y el folklore del cantón aserriceño.

 

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