Policía que perdió pierna y riñón quiere seguir luchando contra el hampa: “Realmente me encanta servir y sentirme útil”

En vez de pensar en una pensión por discapacidad, el policía Álvaro Hernández Marchena, quien perdió varios órganos de su cuerpo en un accidente, sufre porque aún no puede ponerse su uniforme de la Fuerza Pública para seguir luchando contra el hampa.

El oficial Hernández, quien estaba a cargo de los Programas Preventivos de la Fuerza Pública del cantón de Carrillo, Guanacaste, viajaba hacia su casa, ubicada en Florida de Nicoya, cuando un automóvil colisionó su motocicleta.

El accidente ocurrió el pasado 13 de agosto en la localidad de Belén de Carrillo y la magnitud del impacto fue tal que el oficial fue lanzado por los aires a unos 15 metros,  en tanto que su motocicleta quedó partida en dos.

Casi desangrado, debido  a la gravedad de las heridas, fue llevado de urgencia al Hospital de Liberia, donde debieron amputarle su pierna derecha, además de extraerle un riñón y un testículo, pues dichos órganos estaban totalmente destruidos. También sufrió fracturas en su cadera y perdió gran cantidad de piezas dentales.

Además de su vocación de servicio, la gratitud es otra virtud de este heroico policía, pues lejos de lamentarse por su condición,  más bien le agradece a Dios por permitirle una segunda oportunidad para volver a servirle a los demás, ya que a sus 54 años considera que es mucho lo que puede hacer por su querida provincia.

También está agradecido con su comunidad, con los compañeros de la Fuerza Pública que no lo han abandonado y con el trato humano y cordial recibido por parte del personal médico que lo ha atendido en diversos centros hospitalarios.

Es por ello que el pasado fin de semana, como una muestra de aprecio a un oficial que nadie quiere perder, todas las fuerzas vivas de su comunidad se unieron con la Fuerza Pública para contribuir a su recuperación y verlo nuevamente vestido de azul.

De esta manera, grupos organizados del distrito de San Antonio de Nicoya  hicieron una feria en el pueblo de Florida, donde además de conciertos con marimbas, hubo competencias deportivas y ventas  de comidas típicas para recolectar dinero que le permita a don Álvaro mejorar las condiciones en las que vive.

Los “Caminantes por la Salud de Nicoya”, dirigidos por Miguel Flores, también fueron invitados a la actividad y, como una muestra del afecto que le guardan los nicoyanos a este oficial que durante 12 años les ha brindado seguridad, ellos caminaron durante 10 kilómetros.

Al hacer referencia a cuánto ama su trabajo, el policía Álvaro Hernández, con gran pasión declaró que: “Para mí es algo que me llena, amo lo que yo hago, estoy con los programas preventivos del cantón de Carrillo y estoy deseando recuperarme para regresar a mi trabajo y con esta actividad me motivan a seguir luchando para recuperarme y lograr ese propósito que Dios tiene conmigo”.

“Me hacen sentir muy bien las personas de mi comunidad y mis compañeros. Tengo muchos deseos de continuar adelante, amo mi trabajo y ya deseo andar con mi uniforme, pero lastimosamente no puedo ponérmelo todavía”, agrega el oficial, quien extraña su cotidiana relación con los ciudadanos que contribuía a capacitar en temas como violencia intrafamiliar, seguridad comunitaria, seguridad infantil.

Oficial espera volver a caminar
El apoyo de la gente que aprecia su trabajo fue como una inyección de esperanza para Hernández. “Yo sé que pronto voy a estar nuevamente al frente, luchando por la seguridad de todas las personas y haciendo mi trabajo, realmente me encanta servir y sentirme útil a las comunidades.”

Con el espíritu de superación que lo caracteriza, el policía Hernández guarda la esperanza de volver a caminar, pues recientemente se enteró del proyecto que el Hospital Calderón Guardia está elaborando para el trasplante de extremidades, por lo cual espera para que, dentro de algunos años,  le puedan trasplantar una nueva pierna para recorrer las calles de la pampa guanacasteca y brindarle seguridad a sus vecinos.

Entretanto, en el Hospital de Nicoya le dan terapia tres veces por semana y personal del
EBAIS del distrito de  San Antonio lo visita todas las semanas para hacerle curaciones, dadas las secuelas que le quedaron del accidente.

Por su parte, el director de la Fuerza Pública de Guanacaste, comisionado Rafael Ángel Araya, destaca el fortalecimiento que se ha dado en esa provincia del binomio Policía-Comunidad al catalogar la iniciativa de los nicoyanos como una respuesta ante la entrega de los policías hacia las comunidades.

“Ahora que un compañero, un miembro de la comunidad que también es miembro de la Fuerza Pública sufre un percance, ellos se abocan a ayudarle. Él es un ejemplo de lo que es seguridad comunitaria, pues ha sabido llegarle a la comunidad y espero que en breve lo tengamos trabajando”, agregó el jefe policial.

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