Al cierre del 2017, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) alcanzó un récord histórico de niños de dos años con el esquema completo de vacunas.
La Institución alcanzó un 98 por ciento en la cobertura de la vacunación a nivel nacional, cifra que se convierte en la más alta en la historia de este grupo de edad.
En esos dos años, los niños recibieron 16 vacunas que los protegen de once enfermedades que pueden ser mortales o incapacitantes de por vida.
“La cobertura supera en tres puntos la meta inicial del 95% y en dos puntos los resultados del año 2016; esto muestra el esfuerzo institucional y el compromiso familiar por resguardar la salud” señala Marianella Víquez de la Dirección Compra de Servicios de Salud.
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Esta vacunación implica una inversión institucional de ¢4 631 117 034 ($7 914 410, 04 al tipo de cambio de 585.15) lo que representa una inversión de 69 mil 352 colones por niño vacunado.
“Este monto representa el valor de la compra de las vacunas por lo que habría que adicionarle el monto de la movilización institucional para poder llevar las dosis a las comunidades lo cual evidencia la gran inversión que se hace en la protección de los niños del país” asegura Rónald Lacayo, gerente administrativo y financiero en funciones.
Movilización institucional. Leandra Abarca del programa de inmunizaciones asegura que la meta superada representa un éxito contundente por la gran movilización que implica la compra.
La médica señala que «la logística de recaudo, el control de calidad, la distribución y la mística de los compañeros de la Caja en las zonas rurales que hacen el llamado en las comunidades y que les llevan las vacunas hasta lugares de difícil acceso son básicos para darles salud a los niños de todo el país”.
Un ejemplo de esa movilización sucede en el Valle La Estrella de Limón. Los ataps (asistentes técnicos de atención primaria en salud) viajan hasta cinco horas por caminos agrestes para vacunar.
En otras comunidades como en Matina, el traslado promedio del desplazamiento en condiciones normales es de una hora, pero en época de inundaciones, debido a las condiciones de los caminos, los recorridos pueden ser de más de tres horas de ida y otras tres de regreso, lo que implica llegar a la sede por la noche. (fotos adjuntas)
En la Región Brunca las áreas de salud realizan labores fuera del horario común para captar embarazadas, niños y adultos con la vacunación. En el área de salud de Coto Brus, por ejemplo, los ataps van por la noche a las fincas de la zona para poder asegurar la puesta de la vacuna.
El área de salud de Golfito hace una gira montaña adentro hasta la zona indígena de Conte en Punta Burica, solicitando permisos de ingreso por la frontera con Panamá, pues hasta hace poco tiempo los equipos se desplazaban en helicóptero, pero solo cada seis meses.
Otro ejemplo de este tipo de situaciones, se presenta en la región Pacífico Central en el Área de Salud de Peninsular. Ellos van a las comunidades de las islas en visitas que dependen del clima y las condiciones de la marea.
Así, enfrentando todas las adversidades, los equipos de salud llevan vacunas hasta las comunidades más remotas en termos especiales para mantener la cadena de frío necesaria y garantizar su acción.
“Es importante que la población recuerde que la vacunación es medida importante para prevenir enfermedades para que los niños disfruten de la salud y que estos beneficios se vean reflejados en la población adulta”, dice Leandra Abarca sobre beneficios de la población inmunizada.