Centro de Intervención Pedagógica “Dejando huellas” (2009-2012)

El ser humano, desde tiempos inmemoriales, ha utilizado la educación como una manera de mejorar sus condiciones de vida.  En ese sentido, cada faceta de dichas acciones lleva consigo, la imperiosa necesidad de buscar mejores expectativas en su entorno, muy diferente, desde luego, de las que nos preocupan hoy, cuando estamos inmersos, en intrincados espacios globalizadores.

La educación siempre ha sido una herramienta de cambio y de mejoramiento socio-individual. Debemos estar conscientes, además, del privilegio por acceder a ella, si sabemos que su cobertura, en la realidad, nunca llegará a todos. Dicha inclusión es una de las utopías de “Un mundo para todos dividido”, como dijera Roberto Sosa.

En el marco del programa de regionalización interuniversitaria de CONARE, las sedes regionales de la Universidad Nacional, la Universidad de Costa Rica y la Universidad Estatal a Distancia, unieron sus esfuerzos para desarrollar el proyecto denominado Centro de Intervención Pedagógica (CIP): Dejando Huellas (2009-2012), dirigido con pasión,  por  la  Dra. Ana Lorena Camacho Camacho y la M.Sc. Nuria Mairena Rodríguez, de la UNA y la UCR, respectivamente.

Dicha iniciativa se convirtió, desde su lanzamiento, en la feliz iniciativa que habían estado esperando cientos de habitantes guanacastecos, quienes dejaron a un lado miedos y vergüenzas, para retomar sus estudios postergados, de acuerdo con sus necesidades, mediante procesos dinámicos, donde la calidad y la preparación académica del personal docente tuvo un enfoque práctico e individualizado, de manera que se les inculcó el  esfuerzo y la dedicación, como las claves decisivas  para alcanzar el éxito.

Al concluir el cuatrienio de dicha iniciativa, 1 508 personas, de toda la provincia de Guanacaste,  resultaron beneficiadas: (el 70 % mujeres; el 30 % hombres), tal y como puede observarse en el siguiente cuadro:

Cuadro 1: Cantidad y porcentaje de estudiantes por cantón
N.    Cantón             Cantidad      Porcentaje
01    Liberia             870                57,7%
02    Carrillo            194                13%
03    Santa Cruz      115                8%
04    La Cruz           110                 7%
05    Cañas              89                  6%
06    Nicoya            70                   5%
07    Bagaces          22                   1,5%
08    Upala             12                    0,8%
09    Abangares     10                   0,6%
10    Tilarán            9                     0,6%
11    Hojancha        4                     0,3%
12    Nandayure     3                    0,2%
–       –                      1 508             100%
Fuente: Proyecto CIP: Dejando Huellas, Guanacaste (2009-2012).

Por ello, requerimos de una educación no ajena de las profundas transformaciones que sufre la sociedad, tanto costarricense como planetaria. Esta era de mundialización ha de comprometernos, con mayores ideales, con más renovados principios y aportar nuestros mejores esfuerzos, en aras de proponer una sociedad más justa, con rostro humano, que no dé paso a los degradantes procesos de impersonalización o invisibilización, como muchas veces sucede en los sistemas formales, donde impera la burocracia, la rutina, la apatía, la pérdida de tiempo, el menor esfuerzo, así como  la falta de mística y vocación docente.

Durante 19 años de mi ejercicio profesional (1995-2013) he atendido, ininterrumpidamente, procesos de evaluación en las Pruebas Nacionales del Ministerio de Educación Pública, sobre todo, en bachillerato, en el Liceo Laboratorio de Liberia, con resultados altamente satisfactorios.

Por ello, al conocer los fines del proyecto, decidí aportar mi experiencia como Profesor de Español (2009-2011), en el proyecto Dejando Huellas, pues creí en su  objetivo central: -Fortalecer la dimensión humana y educativa en los estudiantes, por medio de una acción pedagógica integral, dirigida a personas mayores de edad, quienes no han aprobado los exámenes de bachillerato del MEP en la Región Chorotega-.

Todo ello, acompañado de un singular y personalizado apoyo académico, mediante clases gratuitas y cómodos horarios, distribuidos durante los fines de semana. Otro elemento que me indujo a aceptar el reto de colaborar en el proyecto, fue mi experiencia de trabajo educativo con adultos en el Liceo Nocturno de Liberia (1980-1994).

Paralelamente, el proyecto le dio a dicha comunidad estudiantil, la ocasión de su crecimiento integral, por medio de encuentros culturales y deportivos semestrales, así como la atención psicopedagógica.

Los sistemas educativos deben ser hogares espirituales, donde ha de compartirse, con vocación y ética, para hacer valer uno de los más inalienables derechos del individuo: la calidad en la educación, desde la cual se puede estimular, sin duda, un mayor proyecto de vida en el estudiantado, sobre la base de la responsabilidad social, compromiso y  respeto a la dignidad de los  otros, servicio a los demás, tolerancia y una adecuada formación académica, para el fortalecimiento holístico de las diversas comunidades, sin exclusiones odiosas.

La socialización del conocimiento cambia métodos, pero no debería transformar la particularidad de servicio social de nuestra condición humana como educadores comprometidos con el mejoramiento del individuo y la sociedad.
Esta sistematización del proyecto, autoría de la Dra. Ana Lorena Camacho Camacho y la M.Sc. Nuria Mairena, es un insumo pedagógico que debe darse a conocer a diversas instancias educativas y políticas con alta capacidad decisoria.

Es una lástima que, por razones presupuestarias, se haya cerrado: no un proyecto, sino la oportunidad para que otros cientos de costarricenses, hubiesen tenido la oportunidad de retomar sus estudios y enrumbarse, con renovados bríos, a la consecución de sus metas personales y familiares.

Este libro abre luz sobre el proyecto desarrollado, con cuatro años de puesta en práctica, como una opción educativa válida, digna de ser implementada en diversas zonas geográficas costarricenses, donde el rezago y la deserción educativa campean, como fría estadística, la mayoría de las veces, sin mayor respuesta burocrática.

Sin duda, el CENTRO DE INTERVENCIÓN PEDAGÓGICA DEJANDO HUELLAS (2009-2012) se construyó sobre la base de la fe, la esperanza, el compromiso, el mejoramiento comunitario, pero, sobre todo, con el norte en el crecimiento individual, sabedores de que redundará en los contextos sociales donde pertenece el ser humano, ávido de otra oportunidad para retomar sus estudios, alcanzar su bachillerato y dirigirse hacia  otros estadios del saber, no necesariamente inalcanzables.

  Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Educación Mauro Fernández-2008
                                                                                                                                             Académico Universidad Nacional de Costa Rica

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