Hospital Monseñor Sanabria crea Unidad para atender quemados

Dos menores de edad residentes en Puntarenas se convirtieron en los primeros pacientes en recibir atención médica y quirúrgica por parte de la nueva Unidad de Quemados para población infantil que abrió el Hospital Monseñor Sanabria.

Según lo informó el doctor Randall Álvarez Juárez, director del establecimiento de salud, este nuevo servicio fue clave para que los dos niños tuvieran una atención oportuna y no tuvieran que ser trasladados a la Unidad de Quemados del Hospital Nacional de Niños.

Uno de los pequeños de 15 meses de edad se quemó cuando cayó en una olla de agua hirviendo que se había colocado en el suelo para pelar camarones. A este menor residente en El Roble de Puntarenas, ya se le dio de alta pues evolucionó satisfactoriamente.

El otro niño de siete años se quemó al caerle sobre su cuerpo manteca caliente mientras se servía la comida. Este niño reside en el barrio Fray Casiano de Puntarenas y en este momento está recibiendo atención ambulatoria en el hospital porteño, mientras se resuelve la difícil situación social que atraviesa su familia.

La Unidad de Quemados del Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas cuenta con dos camas y está equipada para atender casos no complejos, pues los más graves se trasladarán al Hospital Nacional de Niños.

Se trata de un servicio que tiene el respaldo técnico de la Unidad de Quemados del Hospital Nacional de Niños, incluso todo su personal ha sido entrenado por especialistas de este centro especializado. Una de las capacitaciones se realizó la semana pasado en el hospital porteño.

Para el doctor Randall Álvarez Juárez la apertura de este servicio es fundamental en virtud de que les permite ofrecer una atención oportuna a los niños quemados y no someterlos a los problemas que ocasiona el traslado hacia San José.

RECOMENDACIONES PARA REDUCIR QUEMADURAS
Tener cuidado a la hora del baño y siempre tratar de que el agua caliente se ponga después del agua fría.
No se deben colocar ollas con líquidos calientes en el suelo.
Mientras el agua caliente se vierte sobre la bañera, evitar que haya niños y niñas a su alrededor.
Se debe tener mucho cuidado con los manteles largos, puesto que los niños los pueden jalar y los líquidos calientes como sopas, café, chocolate, aguadulce, entre otros, puede derramarse sobre ellos.
Se debe verificar que los cordones de los electrodomésticos tales como: ollas arroceras, cocimiento lento, microondas, cafeteras, calentadores entre otros, no queden colgando, pues los niños pueden enredarse o jalarlos.
Los mangos de ollas, sartenes, comales y otros utensilios de cocina deben estar siempre hacia adentro.
Es preferible cocinar en los discos traseros de la cocina.
Cuando se conecte el horno, se debe evitar el ingreso de los niños a la cocina.
El uso de andaderas debe evitarse por los accidentes que se generan en ellas, especialmente en la cocina, pues las quemaduras más serias, las sufren niños que andaban en este tipo de aparato.
Eliminar la práctica de aplanchar en las camas.

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