Niños, jóvenes y adultos disfrutaron la «Ruta de los sueños»

La segunda edición de la carrera “La ruta de los sueños” organizada por el Museo de los Niños y la Fuerza Pública se realizó ayer y aproximadamente 1500 niños, jóvenes y adultos cruzaron la meta.

La competencia para los adultos arrancó a las 7 am y se completó en dos categorías 5 y 10 kilómetros. Los ganadores de esa primera distancia fueron Cesar Delgado e Isabel Quirós con un tiempo de 00:16:59 y 00:23:59,  respectivamente; y la ruta de 10 kilómetros sobresalieron Gustavo Mora con un cronómetro de 00:32 y Cristina Marín cerró a los 00:38.

Mientras que los más pequeños recorrieron sus respectivas rutas a partir de las 9 a.m.

Esta segunda edición sumó el deporte y la solidaridad, puesto que un porcentaje de las ganancias serán entregadas a dos jóvenes; Brithany, una niña de 9 años, a quien se le dificulta el aprendizaje  y necesita un nuevo sistema de audición, cuyo costo ronda los ¢2 millones.

Y un joven de 21 años Vidal Correa, a quien le diagnosticaron un tumor en la cabeza del peroné y requiere una prótesis que le permita llevar una mejor calidad de vida.

Esfuerzo más allá del deporte
Entre los atletas participantes se ubicó al oficial de la Fuerza Pública, destacado en la UIP, Davis Orozco, quien hace ya cuatro años, que fue víctima de un disparo en su cabeza y que lo mantuvo en coma por varios días.

Este hombre luchó por su vida y años más tarde, con una lesión en su brazo y pierna se reincorporó a sus labores. “La ruta de los sueños” sirvió a Orozco para completar  uno más de sus objetivos.

Francisco Torrentes de 75 años también se sumó a la ruta de los sueños y este camino, como según el mismo lo cuenta, fue una victoria en la lucha de vida. Este hombre lleva dos años en carreras sobre el asfalto y un carrito de supermercado fue su primer impulso para no dejarse morir.

“Hace dos años un amigo se me acercó y me dijo: “Francisco hace algo o sino, ahí te vas a morir”. Estaba muy enfermo y una vez que fui a un supermercado tomé el carrito de compras y empecé a recorrer los pasillos, me gustó y ahí empezó la historia” comentó Francisco.

El hombre vecino de la provincia de Limón viene hasta San José cada vez que tiene oportunidad para participar en las carreras de asfalto.

Deja una respuesta