“Tostado y Chilemuelo” se sembraron en La Sabana

En la jornada del sábado anterior del Proyecto de Rearbolización del Parque Metropolitano La Sabana, se sembraron especies como el Sclerolobium costaricense, cuyo nombre común es Tostado (especie en peligro de extinción) y el Drimys granadensis conocido como Chilemuelo.

Para Armando Soto, coordinador técnico del proyecto, estas especies llegaron a La Sabana para complementar la cantidad de árboles nativos, que se planeó sembrar desde que inició la Rearborización.

“En el caso del árbol Tostado, está en peligro de extinción, y es muy escaso pues ha sido sobreexplotado por su madera, además el Chilemuelo es un verdadero fósil viviente pues pertenece a un grupo de plantas que apareció hace más de 110 millones de años, derivado a partir del mismo grupo vegetal primitivo del cual surgieron los primeros árboles con flor, agregó Soto.

Ambos son árboles con un alto potencial ornamental poco explotado en el país; el Chilemuelo tiene una copa densa y follaje brillante, y se utiliza para establecer cortinas tapavientos.

Las aves de las zonas altas compiten por sus frutos carnosos de color morado, y su curioso nombre común se debe a que al morder o masticar sus hojas gruesas y carnosas, se libera un aceite esencial muy concentrado que ocasiona una fuerte sensación picante y de adormecimiento de la lengua y de las encías.

Según Rocío Zamora, Gerente de Relaciones Públicas y Responsabilidad Social de Scotiabank, con las especies nativas, el Parque cada vez está cambiando su cara y se demuestra el éxito de un proyecto que beneficia a toda la población, más aún, a los que visitan La Sabana todos los días.

“Nuestro compromiso es y seguirá siendo, ver el pulmón capitalino radiante como hasta ahora, gracias al esfuerzo y al trabajo del sector público y privado que nos han ayudado a contribuir con las mejoras del Parque”, dijo Zamora.

En esta jornada participaron 80 voluntarios, entre Tierra Verde, Crowne Plaza Hotel Corobicí, Gutis, Scotiabank, la Agencia de Publicidad TBWA y el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica, quienes también sembraron especies como: Sotacaballo, Roble Sabana, Guapinol, Cereza, Zapote mechudo, Tirrá, entre otras.
Lisseth Villalobos, de Gestión de Proyectos del ICODER, resaltó la labor de todos los voluntarios que participan en cada jornada de siembra.

“Ha sido gratificante, ver como jóvenes, niños y adultos demuestran su interés por el proyecto de Rearborización y colaboran con la comisión para que todo el proceso sea exitoso”, mencionó Villalobos.
Se espera que esta iniciativa culmine en el 2018. Para conocer más sobre el proyecto los interesados pueden visitar la página www.unanuevasabana.com o a los perfiles oficiales de Facebook y Twitter.

LA SABANA EN NÚMEROS
Árboles plantados: 3.517
Especies nativas sembradas: 210
Especies de aves reportadas: 72
Mortalidad en árboles: 1%
Jornadas de voluntariado: 37
Organizaciones participantes: 69
Voluntarios: 2.576
Horas de voluntariado: 13.640
Fuente: Comisión Proyecto Sabana

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