Una promesa es una promesa: fin a la violencia contra la mujer

En el Día Internacional de la Mujer celebramos los grandes avances que se han logrado en la promoción de los derechos de la mujer y a las heroínas individuales, niñas y mujeres, que están haciendo historia en sociedades de todo el mundo.

Es este también un día para examinar con objetividad dónde estamos situados y reflexionar sobre los obstáculos que siguen existiendo. La violencia contra la mujer es una de las violaciones más mortíferas y generalizadas de los derechos de la mujer en todo el mundo.

La violencia adopta muchas formas -física, sexual, psicológica y económica-, pero el resultado sigue siendo la misma violación devastadora de los derechos fundamentales y la dignidad humana. Se está realizando una labor concertada a todos los niveles para poner fin a esta violencia, pero los avances son extremadamente lentos.

El brutal ataque perpetrado el 9 de octubre de 2012 contra Malala Yousafzai, una niña de 14 años a la que dispararon por defender el derecho de las niñas a la educación, nos recuerda los obstáculos que debemos superar. Por este motivo, la UNESCO trabaja con gobiernos de todo el mundo para apoyar el derecho de las niñas y las mujeres a una educación de calidad en condiciones de seguridad. Se trata de una cuestión esencial, no solo para la justicia social, sino también para el desarrollo sostenible.

El 20 de diciembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución histórica encaminada a intensificar las iniciativas mundiales para eliminar la mutilación genital femenina y la ablación. Se calcula que entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres de todo el mundo han sido víctimas de esta práctica, y que solo en África tres millones de niñas están en peligro cada año. Estas prácticas afectan a las niñas y las mujeres de por vida, frenan su desarrollo, socavan su confianza y tienen amplias repercusiones en las sociedades. La resolución de las Naciones Unidas es un paso histórico, a cuyo avance debemos contribuir todos.

La UNESCO trabaja en todos los ámbitos para acabar con la violencia contra la mujer. Las leyes solas no bastan. Debemos educar para forjar nuevas normas y conductas. Debemos apoyar a las mujeres para que sean líderes en todos los campos del quehacer humano, empezando por las prioridades de la UNESCO de la educación, la ciencia, la cultura, la comunicación y la información, incluidos los medios de difusión.

Para empoderar a las mujeres y garantizar la igualdad, debemos hacer frente a todas las formas de violencia cada vez que ocurran. Esta es la promesa de la UNESCO en el Día Internacional de la Mujer.

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