Uso de prendas de segunda mano contribuye a lucha contra el cambio climático

La producción textil es causante del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, esto es mayor que las emisiones producidas por la industria marítima y los vuelos internacionales juntos. Asimismo, se estima que un par de jeans utilizan cerca de 3.700 a 7.000 litros de agua para su fabricación y que aproximadamente el 25% de las aguas residuales industriales provienen de la industria textil.

Estos datos, recolectados por Garson & Shaw, empresa líder a nivel mundial en el reciclaje de la industria textil, son un reflejo del impacto negativo que posee esta industria en el medio ambiente, principalmente en temas como el uso excesivo del agua en el proceso de fabricación de las prendas, el uso de productos químicos en la producción textil, la producción excesiva de residuos, el uso desmedido de energía y las emisiones asociadas al transporte y traslado de estos textiles.

Ante esta realidad y el potencial daño que puede provocar la industria textil si no se toman medidas para reducir su impacto, Garson & Shaw busca educar a la población sobre prácticas más sostenibles tales como el reciclaje de prendas y el uso de ropa de segunda mano, mediante las cuales se reduzca el desperdicio de la ropa.

La mayoría de los textiles utilizados en las prendas son 100% reciclables, sin embargo, en países como Estados Unidos, solamente un 15% de la ropa descartada se recicla, y en promedio, una sola persona descarta más de 30 kilos de ropa al año que termina en vertederos.

¿Por qué reciclar ropa?

Al reutilizar y reciclar la ropa, se ahorran recursos naturales, se reduce la contaminación y se mantienen los desechos fuera de los vertederos. Cada prenda guardada es buena para nuestro planeta. Estos son algunos de los beneficios que permiten el reciclaje de las prendas:

• Ahorro de agua: Cuando se reutiliza una sola camiseta, en lugar de comprar nueva, se ahorran aproximadamente 1300 galones de agua y se reduce significativamente la cantidad de sustancias químicas que contaminan las corrientes y ríos.
• Reducción de residuos: El uso de productos de segunda mano reduce el desperdicio. Cuando se recicla, se mantiene la ropa fuera de la basura, fuera del vertedero y se reducen las emisiones de metano: un potente gas invernadero.
• Reducción de emisiones de CO2: Por cada libra de algodón fabricado, se liberan 15 libras de dióxido de carbono a la atmósfera. Cuando se adquieren artículos de segunda mano, se reduce la demanda de fabricación y, a su vez, las emisiones químicas.

¿Cómo ser parte del cambio? El impacto positivo en la biodiversidad del país puede generarse a partir de la reutilización y el consumo consciente de los textiles, mitigando así posibles excesos de basura en vertederos, así como ahorro de recursos naturales. Implementar prácticas en nuestra vida cotidiana tales como donar ropa o reutilizar prendas de segunda mano, son cada vez más necesarias para cuidar el planeta y disminuir la huella de carbono.

“El objetivo de empresas como Garson & Shaw es aportar en la construcción de una sociedad más consciente de su consumo textil y que las personas comiencen a vestir textiles usados con mayor frecuencia hasta el punto de que no vean o sientan necesario el comprar un textil nuevo. Debemos cuidar nuestro planeta y desde cómo nos vestimos podemos hacerlo”, comentó Juan David Montoya, Comunicaciones de Garson & Shaw.

Aumentar la vida útil de una prenda por al menos 9 meses más, reduce entre un 20% y un 30% la contaminación producida, en comparación con la compra de una nueva prenda. Asimismo, si todas las personas compraran ropa de segunda mano en lugar de prendas nuevas durante un año, la reducción energética sería equivalente a la electricidad que consumen 32 millones de hogares al año. Es por esto que la industria de la ropa usada es uno de los mejores aliados en la búsqueda por un mundo más verde y sustentable que permita reducir la contaminación global.

Garson & Shaw produjo un documental dividido en dos partes que tiene como objetivo demostrar los beneficios de la industria de la ropa usada en cuanto al cuidado del medio ambiente y la ayuda que brinda a la economía local de cada país involucrado. Dos películas que, a través de diferentes voces de la industria de la ropa de segunda mano, muestran cómo la cadena de producción, logística y venta promueve el «merchandising» de la ropa usada.

Para disfrutar del documental y sumarse a las diferentes iniciativas que buscan un mundo mejor; reutilizando y reciclando, puede visitar el canal de YouTube de Garson & Shaw: https://www.youtube.com/@garsonshaw El documental estará disponible a partir del viernes 28 de abril.

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